Cada año nuevo, cada día nuevo es un reto, este 2011 ha empezado lentamente pero intenso, tanto que me hace gracia ver cuánto me ha costado volver a postear en el blog, ya es febrero 4 y yo sigo pensando en que haré este año, que pasará con mi vida -vamos, debería decir la parte que controlo de mi vida- que nuevo viene, pero hay que acepetarlo, o sigo desempleada sin beneficio, o empiezo ser desempleada con ganacias :D

Afortunadamente he podido mantener mi cuerpo en movimiento, lo que me ha garantizado un poco de dominio de mi mal genio, porque sino el clima y el encierro de las vacaciones de la Peque me hubieran jugado una mala pasada. Siendo sincera estas vacaciones que han acabado han sido muy gratificantes, creo que teníamos mucho tiempo de no pasar tan divertidas, bueno y ahora a trabajar ambas para que gane este año lectivo sin dejar el pelo en el alambre ;)
Me he cortado el cabello más de lo que me hubiera atrevido a pensar jamás, he comido, he conocido, me he cargado de muchos metros en la piscina y en la bici, he caminado, me he acostumbrado a estar en silencio y a callarme las cosas que quiero gritar, mi madre dice que ¡estoy madurando! cosa que me alegra porque ya me esta llegando la hora

Ahora lo que necesito es empezar a terminar ciclos, a enfrentar retos para mejorar ya no para agradar, sino para aprender un poco más de mí y acá es dónde debo ponerme las pilas, porque este 2011 no es un año más, nada que ver, es uno clave, que desde el primer día se ha presentado a mí con desafíos. Una de las cosas que más me aterroriza es que solo faltan dos meses para mi primera competencia de nado en el mar, la amiga que me ha metido en la cabezota esta locura me está apoyando con su experiencia, pero sé que al final solo yo podré vencer y es gracioso ver que me asustan 1500 metros cuando sé que estoy en capacidad de nadar el doble de eso, pero bueno ya no quiero darle más vueltas a la hoja voy y punto, pagada la inscripción me dolerá más la bolsa de no ir, jajajajaja
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