Esa es una típica expresión de mi abuelito. Pero los tiempos han cambiado tanto que finalmente es un día normal, solo que sin tanto jaleo. Yo pertenezco a esa raza que se niega a dejar el misterio de estos días y ser indiferente. Por la mañana al VíaCrusis y por la tarde a lis oficios. Y el café con el marío que debe estudiar.
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